27 de enero de 1998

Hoy fue un día muy especial, me casé con el hombre de mi vida, la boda fue espectacularrrrrrrrrrr, me sentí como una princesa, todo el lugar parecía un cuento de hadas, el camino hacia el altar estaba lleno de rosas, los invitados lucían perfectos. Mis ojos no dejaban de brillar al verme junto al hombre que estaba a mi lado, ¿cómo lucía él? Era un chico guapo, alto, de tez blanca, de ojos color esmeralda y una sonrisa tan gigante como la luna.

Las buenas noticias no pararon de llegar, el amor de mi vida había sido elegido como alcalde de un maravilloso pueblo, el que pronto se convertiría en nuestro dulce hogar.