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13 de octubre de 2019
Ayer en el recreo, al bajar las escaleras sentí un fuerte empujón en mi espalda, lo único que pasó por mi mente en ese momento era la salud de mi bebé. Cuando desperté estaba en la cama de una clínica, tenía sangre en la parte baja de mi estómago, en ese momento empecé a llorar sin parar, esperando que me dijeran si el golpe afectó o no a mi bebé. ¡¡¡Estoy segura que fueron ellos!! ¡¡Estoy segura que me empujaron!!
Ojalá nadie del colegio le haya dicho a mi esposo, porque en serio temo por su reacción.
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